Láser

Existen multitud de estudios que demuestran su eficacia en el tratamiento de muchas de las patologías del pie como son:

• Procesos inflamatorios del pie: sesamoiditis, capsulitis, tendinitis tibial/peroneal, fascitis plantar, periostitis tibial,… Tanto por su efecto antiedémico, como mediante la activación del sistema linfático;

• Procesos dolorosos en el pie: juanete (HAV), metatarsalgias, neuroma de Morton, espolón calcáneo, neuropatía de Baxter, tendinopatía aquílea, esguinces de tobillo,… Tanto por el efecto antiinflamatorio como porque el láser bloquea el dolor transmitido por las células nerviosas al cerebro;

• Tratamiento de puntos gatillo en el pie y miembro inferior.

• Artrosis del pie: como la artrosis de tobillo o de Chopart,…

• Cicatrización de heridas y úlceras de pie diabético o cualquier otra etiología (estimulando la producción de colágeno);

• Cicatrización, dolor e inflamación postquirúrgicos.

• Tratamiento de la Onicomicosis (infección de la uñas por hongos).

• Cirugía ungueal con tiempos de recuperación acelerados.

• Cirugía de IPK (hiperqueratosis plantar intratable)

• Cirugía de verrugas plantares

• Tratamiento de IPK y verrugas (sin cirugía).

En Clínica Podológica Calamocha intentamos ofrecer a nuestros pacientes las alternativas terapéuticas más actualizadas, por ello contamos con un láser de diodo médico de alta potencia (y 3ª generación), con protocolos específicos diseñados por expertos para cada una de las patologías anteriores en base a la evidencia científica en el campo de la láserterapia.

En cuanto al tratamiento del dolor el láser estimula la creación de ATP y fibroblastos, y da al cuerpo una energía extra fundamental para regenerar el tejido, con lo que tendremos una reducción significativa del dolor y una recuperación más rápida.

En el caso de la cicatrización de úlceras y heridas, el láser actúa en los tejidos mediante un triple efecto: mejora la vascularización, mejora la regeneración tisular y tiene un efecto antibacteriano. Además de reducir la formación de tejido fibroso cicatricial.

El tratamiento de la onicomicosis se realiza por efecto térmico, elevando la temperatura de la zona donde se aloja el hongo. Los hongos son sensibles a las altas temperaturas y al someterlos a un estrés térmico provocamos su eliminación, así como la de las esporas. Es una buena alternativa para aquellos pacientes que no pueden o no quieren tomar antimicóticos orales; aunque se ha demostrado que la mejor forma de eliminar los hongos de las uñas es el tratamiento combinado.

En el caso de las verrugas plantares y los IPKs actúa por termólisis selectiva; nos permite tratar la lesión con muchísima precisión sin dañar los tejidos circundantes, además de realizar inmediatamente las actividades de la vida diaria sin necesidad de otros cuidados.

El láser debe acompañarse en todos los casos de un tratamiento adecuado de la causa de la patología en concreto, para que sus efectos ayuden a la curación de la misma y ésta no recidive: ya sean medidas higiénicas y de cuidado de la piel, medidas farmacológicas, ortesis plantares personalizas, ejercicios de fortalecimiento y/o estiramiento muscular, cambios en el calzado.