Se me clava la uña del pie, ¿qué hago?


LA UÑA ENCARNADA (uña incarnada, incarnata, u “onicocriptosis” que es su término científico) es una patología caracterizada por la introducción de la uña en los pliegues ungueales laterales causando dolor, inflamación y enrojecimiento; y complicándose con una infección si no se trata a tiempo y adecuadamente. Es una de las aficiones que más vemos en la consulta, afectando principalmente al dedo gordo del pie.

Además de una predisposición genética, existen multitud de factores que nos pueden llevar a padecer esta enfermedad:

  • La forma de la uña: las uñas demasiado anchas, las uñas en teja o las uñas involutas tienden a lesionar los canales periungueales;
  • El mal corte de la uña: cuando ésta se realiza de forma oblicua y no recta, como es aconsejable, facilitamos la incarnación de la uña;
  • La forma del dedo: un dedo gordo demasiado largo o en hipertensión favorecerán la compresión del calzado sobre el dedo y su uña;
  • El calzado: si éste es demasiado corto o puntiagudo hará que el dedo gordo choque contra la puntera del mismo;
  • Traumatismos: pueden actuar indirectamente lesionando la matriz ungueal y provocando la deformidad de la uña, o directamente hundiendo uno (o los dos) lados de la uña en la piel;
  • Hiperhidrosis (sudor excesivo): debilita la piel de alrededor de la uña haciéndola más frágil a que ésta se clave.


Inicialmente el dolor en el borde de la uña es ligero (e incluso intermitente), aunque éste se exacerba con la mínima presión provocada, por ejemplo, con la deambulación y el uso del zapatos estrechos.

Si la uña no es tratada adecuadamente, la molestia aumenta con rapidez pues ésta penetra en la piel como un arpón, apareciendo los signos clásicos de esta patología que son: inflamación, enrojecimiento y dolor importantes; posteriormente si ésta sigue sin tratarse se formarán abcesos con drenaje seroso o purulento llegando a desarrollarse granulomas y mamelones hipertrofiados, y provocando un dolor intolerable.

En nuestra clínica le ofrecemos desde el tratamiento más simple consistente en eliminar temporalmente la espícula clavada y realizar curas con antibiótico hasta la solución definitiva mediante una sencilla cirugía, pasando por la ortonixia (o reeducación ungueal).

La cirugía ungueal estará recomendada en aquellos casos de onicocriptosis infectadas o crónicas, y su finalidad es eliminar definitivamente el lateral y la matriz de la uña que se clava. Utilizamos diferentes  técnicas determinando la más adecuada para cada paciente, todas ellas de forma ambulatoria y bajo anestesia local del dedo afectado. Se trata de un procedimiento seguro, con muy poco (o nulo) dolor postoperatorio y con una bajísima tasa de recidivas, pudiéndose reincorporar de manera casi inmediata a las actividades normales.